LA TOXOPLASMOSIS EN EL EMBARAZO

LA TOXOPLASMOSIS EN EL EMBARAZO

La toxoplasmosis se puede adquirir a través del contacto con heces de gatos infectados, consumo de alimentos contaminados o el contacto con tierra infectada.

¿Qué riesgos puede tener para el bebé?

Si contraes toxoplasmosis durante el embarazo, el parásito puede atravesar la placenta y afectar al bebé. Esto puede dar lugar a problemas de salud, como daño cerebral, ceguera, retraso mental o problemas en su desarrollo.

¿Qué síntomas puedo tener si tengo toxoplasmosis?

Los síntomas sospechosos de toxoplasmosis, son parecidos a los de un cuadro gripal como fiebre (>38ºC), dolor muscular o inflamación de los ganglios linfáticos. Si notas alguno de estos síntomas informa a tu matrona/obstetra que lleve el seguimiento de tu embarazo. Él o ella podrá realizar pruebas para confirmar o descartar la infección y tomar las medidas necesarias para proteger tu salud y la de tu bebé.

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Para prevenir la toxoplasmosis durante el embarazo:

Afortunadamente, existen medidas preventivas que puedes seguir para reducir el riesgo de contraer toxoplasmosis:

  • Lavarte bien las manos: Lávate las manos con agua y jabón después de tocar tierra, después de acariciar o limpiar la caja de arena de un gato, y antes de comer.
  • Utiliza guantes al trabajar en el jardín: Siempre que trabajes en el jardín, utiliza guantes para evitar el contacto con tierra que podría estar contaminada con el parásito.
  • Cocina adecuadamente la carne: Asegúrate de cocinar bien la carne, evitando consumir carnes poco hechas o crudas (que no se queden partes rojas al cocinarla)
  • Lava las frutas y verduras: Lava minuciosamente las frutas y verduras antes de consumirlas. Puedes ponerlas bajo chorro de agua del grifo a presión y frotarlas; también puedes enjuagarlas con lejía apta para limpieza de alimentos.
  • Evita contacto con heces de gatos: Si tienes gatos en casa, evita limpiar su caja de arena y, si es posible, pide a otra persona que lo haga. Si necesitas hacerlo tú misma, usa guantes y lávate las manos después. Si tu gato es doméstico y no sale al exterior, seguramente no haya adquirido el parásito puesto que no ha tenido contacto con tierra ni comida contaminada.
  • Evita contacto con animales salvajes: Evita el contacto con animales salvajes o con suelos donde puedan haber defecado.

La prevención es clave, así que siguiendo estas precauciones reduce significativamente el riesgo de contraer la infección durante el embarazo.

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